Coloridas, saludables, variadas y, sobre todo, frescas. Son las sopas de verano y, a continuación os damos ideas de recetas para hacer en casa los meses más calurosos del año.
Gazpacho Con más o menos ajo, más o menos pimiento y más o menos pepino, el gazpacho es una sopa sencilla y sabrosa que ayuda a hacer más llevadero el calor. Además, es una fuente de vitaminas, antioxidantes, minerales y líquidos, necesidades a tener cubiertas cuando los termómetros escalan grados. El gazpacho tiene una formulación básica: tomates carnosos y maduros, ajo, pimiento, cebolla, pepino, aceite de oliva, vinagre, sal y agua. ¡Aunque, como la mayoría de platos, admite variaciones y adaptaciones!
Salmorejo A menudo se confunde con el gazpacho, pero el salmorejo se diferencia por incorporar pan seco en su preparación y por su aspecto denso que harta más. Tanto en el salmorejo como en el gazpacho es fundamental disponer de tomates de la mejor calidad posible. En verano le recomendamos utilizar los de pera, ya que son duros y carnosos, es decir ideales para este tipo de sopas frías.
Vichyssoise Todo un clásico de la cocina francesa, la vichyssoise es una sopa fría elaborada a base de puerros, cebolla, patata, caldo de pollo, nata, aceite de oliva y mantequilla. Su preparación no se hace toda en frío, primero hay que sofreír la cebolla y la parte blanca del puerro en mantequilla. Cuando pasan 5 minutos, se dora la patata cortada en dados, se pone el caldo y se deja hervir 30 minutos. Después se tritura hasta que queda una crema fina y se deja enfriar en el frigorífico. Es entonces cuando se le añade la nata. Es posiblemente la sopa fría más suave de las que le explicamos. Si no le van los sabores fuertes, ¡apuesta por la vichyssoise!
Ajoblanco Un plato refrescante, muy nutritivo y que no necesita fuego. Se trata de una receta inequívocamente humilde, ya que se prepara con pocos ingredientes: ajo, almendras, aceite de oliva, vinagre, agua, pan seco. Siempre se pueden cambiar las almendras por habas secas. Las claves para que todo quede bien emulsionado son la calidad de los productos y el arte del majado. Para hacer ajoblanco poner en el vaso de la batidora las almendras, el muelle de pan, el diente de ajo, la sal y la mitad del agua. Siga añadiendo aceite poco a poco, mientras lo siga batiendo y hasta que quede incorporado. Poner el vinagre y el resto del agua y triturar hasta que quede una crema bien fina. Guardar en la nevera 3 horas antes de consumirlo, ya que el reposo hará que todos los sabores se asienten y quedará mucho mejor. Si bien es cierto que hoy en día, en muchos hogares andaluces y extremeños todavía se hace como antes, con mortero y grandes dosis de paciencia.
Hiyajiru El hiyahiru es una preparación fría que nació en los monasterios budistas nipones y que se elabora a base de miso y sésamo. Es típico de la jefatura de Miyazaki. Un ingrediente de esta sopa es el pepino oriental, más largo y con la cáscara más suave. El pescado, que da a la receta un matiz distinto, es el otro ingrediente importante del plato. La forma habitual de comerse esta sopa fría siguiendo la cultura japonesa es verterla sobre un cuenco de arroz cocido caliente y mezclarlo con la sopa y las verduras. El hiyajiru más popular sin embargo, es el hiyajiru udon, que incluye los fideos udon. En definitiva, ¡los meses estivales son ideales para tomar esta sopa casera refrescante!
Svekólnik Esta sopa fría rusa nos ayuda a refrescarnos en verano. La remolacha es el ingrediente principal, junto al rábano, le da el color característico y un toque ligeramente dulce. Lleva las verduras típicas del huerto ruso: remolacha, rábano, cebolleta, eneldo, perejil y pepino. Habitualmente, se sirve fría, aunque también se puede añadir un par de cubitos de hielo en la sopa. Hay familias rusas que incluyen mortadela cortada en dados para una sopa más nutritiva. Si desea dar un toque fresco y colorido a las comidas, puede sorprender a familiares y amigos con una svekólnik! En definitiva, ¡los meses estivales son ideales para tomar esta sopa casera refrescante!