El plato saludable es una herramienta sencilla y efectiva para cuidar el bienestar y garantizar que el cuerpo reciba todos los nutrientes esenciales. Se basa en dividir el plato en tres partes principales:
Frutas y verduras (50%): La mitad del plato debe incluir una variedad de frutas y verduras, aportando vitaminas, minerales y fibra esenciales para la salud.
Proteínas saludables (25%): Un cuarto del plato se destina a proteínas, como carnes magras, pescado, huevos, legumbres o frutos secos.
Hidratos de carbono integrales (25%): El otro cuarto está reservado para alimentos ricos en hidratos de carbono integrales, como pan, pasta o arroz integral, que ofrecen energía de calidad.
Para mantener una dieta equilibrada, es importante seguir estas pautas sobre la frecuencia de cada grupo de alimentos:
Esta estrategia es una forma deliciosa y equilibrada de alimentarse, cuidando la salud sin renunciar al placer de disfrutar la comida.