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¿Sabías que...
 
a tu neonato solo se le considerará recién nacido durante cuatro semanas? ¡Es un período de tiempo muy corto en el que tu bebé protagonizará muchos cambios y muy rápido! Después se le denomina “lactante”..

 

Alimentación del recién nacido

La alimentación del bebé es de vital importancia para su óptimo desarrollo físico y cognitivo. La OMS recomienda lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de vida y combinada con otros alimentos a partir de ese momento y sin límite de tiempo. La lactancia materna hasta más allá de los dos años de edad tiene múltiples beneficios, tanto para el bebé como para las madres. 
El pecho se ofrece a oferta las primeras semanas y, una vez que se ha establecido la lactancia materna, a demanda, lo que significa que el bebé podrá mamar cada vez que quiera y tanto como necesite. 
En el caso de la alimentación con fórmula infantil, la recomendación actual es que el biberón también se dé a demanda. Asimismo, es importante seguir las instrucciones de preparación de cada fabricante para prevenir la deshidratación o desnutrición por una preparación inadecuada.
 

El cordón umbilical

En la actualidad se recomienda no hacer nada especial hasta que se caiga (entre los 5 y 20 días, normalmente), salvo que sea necesario porque haya infección. Debe estar siempre limpio y seco, pero no hace falta realizar curas ni usar antisépticos como se hacía antaño, a menos que lo indique su pediatra.


El primer baño

Cuando nace, la piel del bebé está cubierta de una capa de grasa blanquecina, llamada vérnix caseosa, que les protege de infecciones dentro y fuera del útero. Se aconseja no bañar al bebé antes de las primeras 24-48 horas tras el nacimiento para no dañar el unto sebáceo. Asimismo, se recomienda usar solo agua o un gel suave hipoalergénico con PH neutro (el champú se usa poco al principio porque los bebés apenas tienen pelo), siendo recomendable utilizar los que contienen tensioactivos naturales que provienen de componentes vegetales.

El uso de lociones infantiles corporales se recomienda en caso de descamación o dermatitis. En ningún caso se deben usar polvos de talco, puesto que resecan en exceso la piel y hay riesgo de aspiración. En caso de usar colonia, debe ser sin alcohol, a base de compuestos naturales y nunca debe aplicarse directamente sobre la piel del bebé, sino sobre su ropa.

Los bebés no desprenden mal olor al sudar ni se manchan como los adultos, por lo que el baño del recién nacido no debe ser diario (se recomienda no hacerlo más de 3 veces por semana) ni tampoco durar más de 10 minutos, a no ser que se ensucie y obligue a ello. 
En cambio, ¡puedes cortarle las uñas con cuidado desde el primer día y tanto como lo necesite! Se desaconseja limar las uñas del bebé hasta las tres o cuatro semanas de vida, ya que no tienen aún la consistencia necesaria y podrían quebrarse. Para su corte, se recomiendan tijeras con punta redondeada. ¡Así evitarás dañar sus deditos por descuido!
 

El cambio de pañal

Desde el nacimiento y hasta aproximadamente los 3 meses de vida, deberás cambiar una media de 6 a 8 pañales al día, lo que indicará que tu bebé está comiendo suficiente y se mantiene hidratado. 

Aunque las toallitas húmedas facilitan mucho el trabajo (sobre todo cuando salimos de casa), lo ideal es usar agua y jabón y limpiar de delante hacia atrás, sobre todo en el caso de las niñas. Si usas toallitas, asegúrate que sean hipoalergénicas y sin alcohol.

Asimismo, se recomienda usar cremas para la zona del pañal solo si es necesario. Si tu bebé desarrolla dermatitis del pañal, los productos con óxido de zinc son útiles para prevenir, calmar la piel y aliviar las molestias.
 

Importancia del lavado de la ropa del bebé 

El sistema inmune del bebé aún es inmaduro, por lo que es importante no ponerle ropa nueva sin lavarla, ya que hay que eliminar los gérmenes y restos de productos químicos empleados en su creación y mantenimiento.

A la hora de lavarla, es importante hacerlo con productos hipoalergénicos, ya que los detergentes regulares contienen compuestos químicos que realzan los colores y aportan aromas, que pueden irritar la sensible y delicada piel del bebé.
 

El sueño del bebé

El descanso del bebé también es fundamental para su bienestar físico y emocional, por lo que debemos dejar que duerma todo lo que necesite, incluso de día, sin despertarle. Se recomienda que duerma boca arriba, con la cabeza ladeada y en la misma habitación que los progenitores para poder atender sus necesidades adecuadamente y prevenir riesgos.

Asimismo, la superficie donde duerme ha de ser firme y estar despejada de cojines, peluches y almohadas. La ropa que le cubre no ha de ser pesada y no debemos abrigar al bebé en exceso. Se aconseja mantener la habitación del bebé a 22-24ºC durante el día y 18-20ºC por la noche.

El colecho se ha manifestado como una práctica con muchos beneficios para los bebés y niños pequeños. No obstante, depende de cada familia elegir la forma en la que se sienten más cómodos todos durmiendo. En caso de querer practicarse, debe hacerse siguiendo las recomendaciones de las sociedades pediátricas y UNICEF para un colecho seguro, y evitarlo en casos de tabaquismo, alcoholismo, consumo de drogas o fármacos antidepresivos o somníferos, obesidad y en caso de prematuridad y bebés de bajo peso al nacer. Tampoco se recomienda que animales de compañía ni hermanos mayores duerman con el bebé hasta, por lo menos, haber cumplido este los 12 meses de edad.
 

Cuidados básicos del recién nacido

Lo primero que va a necesitar tu bebé tras salir del hospital es un buen sistema de retención infantil a contramarcha, correctamente instalado en el vehículo familiar. Merece la pena invertir en él, ya que tu bebé lo usará por mucho tiempo y marcará la diferencia entre salir ileso o sufrir lesiones graves en caso de choque o accidente.

Los expertos en seguridad infantil inciden en la necesidad de acudir a establecimientos especializados que venden e instalan solo este tipo de sistemas. Asimismo, está desaconsejado adquirirlo online, heredarlo o comprarlo de segunda mano debido a la caducidad de muchas de sus piezas. 

En cuanto a la familia, es muy importante aprender a poner límites a las visitas durante el postparto inmediato. La madre y el bebé necesitan descansar, recuperarse y empezar a conocerse. La familia al completo ha de adaptar hábitos y horarios, y es probable que estén agotados porque duerman y descansen poco durante las primeras semanas de vida del nuevo miembro de la familia.

También es fundamental lavarse bien las manos antes de coger o manipular al bebé. Sus defensas aún son bajas y no tiene vacunas que le protejan. Otro aspecto a resaltar es que los especialistas en la salud infantil inciden en la necesidad de no exponer al sol directo ni usar cremas solares protectoras hasta los seis meses de vida. En cambio, es muy saludable salir a pasear con el bebé desde el primer día para que reciba luz indirecta.

Los ojos del recién nacido son muy delicados, si ves que tiene legañas puedes usar suero fisiológico y una gasa estéril para lavarlos con suavidad y cuidado. Si tiene muchos mocos, lo ideal es retirarlos con lavados nasales. Actualmente el uso del sacamocos está desaconsejado.


El cuidado afectivo del bebé

El tacto y la cercanía física son fundamentales para el correcto desarrollo físico, emocional, psicológico y afectivo del bebé. Es una necesidad básica del recién nacido tener a su mamá y a su pareja cerca. Es un ser pequeño y dependiente en un mundo que todavía no conoce y se encuentra en constante estado de alerta. ¡Y no es cierto que se malacostumbren a los brazos! Los necesitan, es imposible malcriar a un bebé por darle amor.