Alimentación infantil

Hay que seguir ofreciendo nuevos alimentos cocinados de diferentes maneras al bebé. De esta forma, conseguiremos que sigan conociendo colores, olores, sabores, texturas… Y así, poco a poco, irán adquiriendo la dieta del hogar.

Es muy importante resaltar que estamos ante el límite para ofrecer al bebé los alimentos en trozos porque si se hace más tarde puede haber rechazo de texturas. A esta edad el bebé ya debería comer perfectamente alimentos en trozos con sus propias manitas ¡aunque se ensucie entero al hacerlo! Por consiguiente, en su alimentación ya no deberían predominar los purés y papillas, sino la alimentación en trozos.

Recuerda la importancia de comer en la misma mesa y a la misma hora que tu peque, siempre que sea posible, ya que no hay mejor manera de enseñarles cómo comer, que permitir que nos vea comer, e incluso dejar que nos robe algo de comida (les suele gustar más de nuestro plato que del suyo, aunque tengamos en el plato exactamente lo mismo). 
Y a esta edad, ¡los bebés también pueden beber agua ellos solitos!

Seguridad infantil

Si el bebé duerme en una cuna y ya es capaz de ponerse en pie apoyándose en los barrotes, es probable que haya que bajar el suelo de la cuna para que no pueda tratar de salir de ella y tenga una caída accidental.  Además, deberemos tener cuidado con muebles que puedan escalar, así como las macetas en los balcones, sobre las que podrían subirse y asomarse, y las terrazas o ventanas pegadas a sillas o sofás a los que puedan subirse. 

A la hora de cocinar, los mangos de la sartén deben estar siempre hacia adentro, y sería deseable poner un protector en el horno, para evitar quemaduras. Asimismo, es recomendable alejar los productos de limpieza y sustancias tóxicas de su alcance. Los muebles altos de la cocina son ahora más seguros que los que están a nivel de suelo. Si es un bebé “explorador” ¡puedes plantearte poner seguridad en puertas y cajones!

¿No tendrá demasiada mamitis?

A pesar de que mucha gente dice que en esta edad el bebé tiene mucha “mamitis”, el que quiera estar sobre todo cerca de su madre y, si lo hay, de su otro progenitor, no solo es normal, sino que suele ser una señal de que tienen un buen vínculo de apego.

Si tu peque es un poco menos dependiente y parece que no llora cuando está con otras personas no es indicativo de que tenga un mal vínculo. Puede ser que, simplemente, tengas un bebé “relaciones públicas”, con un carácter muy abierto y confiado que, simplemente, disfruta también de la compañía de otras personas.

Desarrollo del bebé

A esta edad, aproximadamente un 80% de los bebés es capaz de ponerse de pie con apoyo, y entre un 50 y un 75% es capaz de sentarse solo, es decir, pasar de estar tumbado a estar totalmente sentado sin ayuda. A los 10 meses de vida, el bebé alcanza un pequeño grado de autonomía. Ya gatea puede con sus muslos, nalgas, manos y rodillas. Eso sí, no todos los bebés gatean, ¡así que no te preocupes si el tuyo no lo hace! Hay muchas formas diferentes de desplazamiento y todas son igual de válidas.

Poco a poco, el bebé irá adquiriendo más seguridad y fuerza ¡En cualquier momento se pone de pie! Este es uno de los hitos del desarrollo más importantes y más esperados por la familia… ¡Y uno de los más emocionantes! En esta etapa, el reflejo del paso (también llamado “reflejo de caminar” o “de baile” porque pareciera que el bebé da pasos o baila cuando se le sostiene erguido con los pies tocando una superficie sólida) es muy definido. Hay bebés que a los 10 meses ya caminan o que, al menos, intentan dar sus primeros pasos. Otros se tomarán aún su tiempo, ¡es pronto para la mayoría! Lo habitual es que den sus primeros pasos más adelante, en torno a los 12 meses.

En este periodo, el bebé también empieza a fijarse en otros bebés y, aunque aún es muy pronto para socializar y jugar con ellos, siente la necesidad de mirarlos, tocarlos o estar cerca.

Probablemente notes que tu peque muestra su carácter mucho más a menudo, mostrando con vehemencia lo que le gusta y lo que no. Es importante hablarles con cariño y paciencia, y también irles contando las cosas que hacemos, para que sigan desarrollando el lenguaje.

En este momento hay muchos juegos que podemos hacer con el bebé para potenciar su desarrollo: apilar objetos, hacer trasvases, imitar sonidos de animales o de objetos cotidianos… Y como ya pueden estar sentados en la bañera, podemos aprovechar para incluir juguetes de agua, como barquitos, vasos de plástico o cuentos impermeables.