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¿Sabías que...
 
los bebés de 11 meses empiezan a decir “Mamá” y “Papá” con sentido? También empiezan a obedecer órdenes simples acompañadas de gestos como “Ven” o “Dame”. ¡Poco a poco nos entendemos más y mejor!

 

¿Le doy de cenar?

Sobre esta época, a veces un poco antes, los peques empiezan a acostarse un poco más tarde y eso hace que estén en disposición de empezar a cenar alimentos diferentes de la leche.

¿Pero qué puede cenar un bebé? Pues alguna verdura, una sopita, una crema, un poco de pasta integral, un poco de patata cocida, boniato… Es buena idea preparar nuestras cenas con alimentos que puedan tomar ellos, cocinados de forma sana, por si les apetece probar algo. 

De esa forma, los peques van asimilando el momento de la cena con sus padres como un ritual más de la familia. 
En el caso de los bebés, hay que ser precavidos con las proteínas, sobre todo en horario nocturno, porque sus riñones aún no son muy maduros para procesarlas. Pero si a lo largo del día no las han tomado, no pasa nada por que cenen algún alimento que las contenga.

Y si tu bebé al principio no cena mucho, no te preocupes. Las cenas no son imprescindibles mientras su fuente de alimentación principal siga siendo la leche materna o la fórmula.

¡El bebé se enfada!

A esta edad, el bebé se enfada si le quitamos las cosas o si no le dejamos coger lo que quiere. ¡Y además se enfada mucho y grita, llora o incluso da golpes, o se los da a sí mismo! Es normal, aún no tiene tolerancia a su propia frustración y tendremos que acompañarle en el complejo proceso de comprender sus emociones. 

Vale la pena evitar quitarle las cosas de manera abrupta. A cambio, podemos ofrecerle una alternativa llamativa que sí pueda tocar, para poder recuperar con calma el objeto que queremos coger de sus manos.
En este periodo es bastante común que a los peques no les apetezca cierta comida, incluso aunque antes les gustara mucho. Por ejemplo, un día querrá comerse tres fresas, y al día siguiente no querrá ni verlas. Esto es muy normal a esta edad.

Desarrollo y autonomía

El bebé de 11 meses es cada día más autónomo y podría ser ya capaz de empezar a dar sus primeros pasos, trepar y ponerse de pie con ayuda de alguien o agarrándose a algo. 

Eso sí, cuando empiece a caminar veréis que el gateo y el caminar aún coexistirán durante un tiempo, lo cual es muy beneficioso para el desarrollo de la lateralidad y la ubicación espacio-temporal. Sus piernas pueden estar aún arqueadas y sus pies planos, por lo que aún le resulta difícil estar mucho tiempo de pie. ¡Su movilidad está en pleno desarrollo!

En esta etapa, muchos bebés tendrán ya la fontanela totalmente cerrada, aunque si no se le ha cerrado aún, tiene margen de tiempo, ya que suele cerrarse entre los 9 y los 18 meses. También su lenguaje sigue evolucionando, ya que muchos ya dicen sus primeras palabras, ¡y la mayoría ya entiende lo que les están diciendo y son capaces de seguir algunas conversaciones! 

En cuanto a su crecimiento, al ponerse de pie y caminar, es posible que el bebé de un estirón en cualquier momento. Aunque también puede que suceda lo contrario y deje de comer. Esto es conocido como “picos de crecimiento” y no deben ser motivo de preocupación.

Educación positiva

El peque ya comienza a entender cómo funcionan los objetos que forman parte de su vida cotidiana, como el teléfono o el mando a distancia, y el concepto causa-efecto (si aprieto el botón, se enciende o apaga la tele) y se divierte haciendo cosas sencillas por sí mismo (como coger una flor y dársela a mamá).

Como ya nos entiende, es importante mantener conversaciones sencillas con él y empezar a establecer límites respetuosos para que su mundo tenga orden y estructura, algo básico para el bienestar de los niños pequeños. 

En esta etapa es muy importante que le hables con cariño y firmeza para que crezca con seguridad y confianza. También lo es que le felicites cuando hace algo bien, haciendo hincapié en el esfuerzo, más que en el resultado. Esto sirve de estímulo para los peques, refuerza sus comportamientos positivos y hace que ganen confianza en sí mismos.

Seguridad infantil

La mayoría de bebés se ponen ya de pie con apoyo en esta época, así que de repente llegan a los muebles más bajos y pueden empezar a tocar todo lo que tengamos encima. 

Toca hacer revisión, si no se ha hecho ya, de mesas, estantes y estanterías bajas; así como de cajones y cestas o cajas de almacenamiento. El bebé está en etapa exploratoria y tiene mucha curiosidad por descubrir el mundo que le rodea y para qué sirven los diversos objetos que en él se encuentran. 

Además, entiende que, si está a su alcance, puede cogerlo; así que cuidado con los objetos que cortan, queman o son tóxicos y con aquellos que son pesados y podrían lastimarle si se le caen encima.

El sueño del bebé de 11 meses

Aunque mucha gente cree que al llegar al año de edad los bebés ya deberían dormir prácticamente como los adultos, en realidad el sueño maduro no suele llegar hasta los 5-6 años. De modo que todavía es frecuente que aún se despierten varias veces por la noche. De hecho, según la Academia Americana de Pediatría (AAP), los problemas relacionados con el sueño son frecuentes en la segunda mitad del primer año de vida de un bebé.

Muchos bebés reclaman la presencia de sus progenitores y les cuesta dormirse o lloran demandando su compañía a media noche, tranquilizándose en cuanto perciben que mamá o papá están cerca. Esto se debe a la ansiedad de separación, que como ya hemos mencionado, es una etapa normal del desarrollo que ocurre durante estos meses.

Es además, una edad en la que van erupcionando dientes, y a algunos bebés les pueden molestar las encías; también van adquiriendo nuevos hitos del desarrollo, y tratan de repetir lo que aprenden en las noches… y la suma de todo ello hace que sea, precisamente, una de las peores, si no la peor, en lo que a sueño se refiere.

Si ocurriera esto, si hubiera uno o varios despertares por la noche, es importante calmar al bebé durante el tiempo que precise para sosegarse y volver a quedarse dormido de forma relajada, para que no asocie el sueño a un momento desagradable de separación y angustia.

También es normal compartir aún la habitación con el bebé. De hecho, la AAP recomienda compartir la habitación con el bebé hasta su primer cumpleaños, sin que sea contraproducente extender más allá este periodo. Aunque esté a punto de cumplir un año, no lo olvides: tu bebé seguirá siendo un bebé hasta que cumpla dos años. Aún es muy pequeño, y te necesita casi tanto como el primer día.

No es fácil, ni para las madres ni para los padres, pero es que nadie dijo que fuera fácil (y si alguien lo dijo, quizás es que no tuvo hijos, o no los cuidó); tomad aire, respirad profundo, sabed que no estáis solos/as y tratad de sacar jugo a todos esos momentos en los que nos sonríen, nos dan besos de babas y nos ofrecen momentos preciosos con las capacidades que van aprendiendo día a día. ¡Son mágicos!