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¿Sabías que...
 
en esta etapa tu bebé aprenderá a sentarse? ¡Es un hito muy importante en su desarrollo! La mayoría aún necesitará cierto apoyo para mantenerse erguido, pero muy pronto dejará de necesitar respaldo. ¡Y de ahí al gateo hay solo un paso!

 

Inicio de la alimentación complementaria

Alrededor de los 6 meses de edad, los peques comienzan la alimentación complementaria, ¡aunque la leche materna o de fórmula seguirá siendo su alimento principal hasta los 12 meses! Así que no te agobies si al principio tu bebé no come mucho, es normal. Es una etapa de experimentación en la que lo más importante es descartar alergias y familiarizar al bebé con las texturas y sabores de los alimentos en los que más adelante se basará su dieta.

En esta etapa es muy común en muchas familias el temor a que el peque se atragante. Sabrás si tu peque está preparado para ingerir sólidos y triturados cuando aparezcan las siguientes señales:

  • Ha perdido el reflejo de extrusión (un mecanismo de defensa innato de los bebés que consiste en un movimiento involuntario de la lengua, que empuja hacia fuera cualquier cuerpo extraño que entra en la boca para evitar la asfixia).
  • Se mantiene sentado por sí mismo, con apoyo o sin respaldo.
  • Tiene una buena coordinación ojo-mano-boca (es capaz de ver objetos, cogerlos con la mano y llevárselos a la boca).
  • Muestra interés por la comida.
En la actualidad, los expertos en salud infantil coinciden en que retrasar la introducción de ciertos grupos de alimentos resulta contraproducente, ya que de esta forma se aumenta la probabilidad de padecer alergias alimentarias (aunque el sushi –pescado crudo– y los pescados con mayor carga de mercurio no se deben ofrecer hasta los 10 años, tal y como recuerda la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición –AESAN–. Estos son: el tiburón, el pez espada, el atún rojo y el lucio). No obstante, sí es importante introducir los nuevos alimentos de uno en uno para que, en caso de reacción alérgica, podamos acudir con el bebé a urgencias de inmediato y comunicar al equipo médico sin lugar a dudas cuál es el alimento que se la ha causado.

Desde el primer día puede comer de todo (fruta, carne, pescado, huevo, verduras, legumbres…), añadiendo un nuevo alimento por día, solo evitando el azúcar, la sal, la miel, los ultraprocesados y las espinacas, acelgas, lechuga, col y remolacha (aunque como ya os comentamos, en el centro de salud os darán estas instrucciones al detalle). En el caso de los más alergénicos (cacahuetes, huevo, melocotón…), se recomienda ofrecerlos al menos en tres ocasiones, en días diferentes, sin añadir en esos días ningún alimento nuevo, para tener claro que en caso de reacción el causante es el mencionado alimento.

Puedes elegir dos formas para introducir los nuevos alimentos en su dieta: los triturados (papillas, cremas y purés) o los sólidos. Cada bebé es un mundo, pero en la actualidad, muchos expertos apuestan por la modalidad de alimentación complementaria autorregulada por el bebé o a demanda, conocida como BLW (Baby Lead Weaning, por su nombre en inglés). 

Consiste en incorporar a su dieta los alimentos en estado sólido, eliminando la fase de las papillas. El bebé, además, se alimenta por sí mismo, usando solo las manos, sin que la persona adulta intervenga en su ritmo ni fuerce la ingesta de alimentos (¡recuerda que en esta etapa su alimento principal sigue siendo la leche!). Incluso si tu bebé tiene las encías pelonas, podrá ingerir sólidos sin problema, ¡ya que le ofreceremos alimentos blanditos que él roerá y salivará para ablandarlos!

Tanto si ofreces trozos como si das la comida triturada, es más que recomendable que pongáis un hule en el suelo, y que contéis con algún tipo de protección para su ropa. Hay baberos con mangas (impermeables), y los hay también con bolsillo, para recoger gran parte de los trozos que van a acabar cayendo de sus manos y su boca. La trona, además, debe tener reposapiés (sus pies no deberían quedar colgando, por si en algún momento tiene una arcada, que pueda pisar para echarse adelante), y se recomienda no poner las cinchas que atan al bebé a la trona por el mismo motivo: tiene que tener libertad para echarse hacia adelante, y en caso de atragantamiento, que puedas coger rápido a tu bebé. Obviamente, hay que vigilar al bebé en todo momento.

Asimismo, los bebés que se alimenten con fórmula de inicio pasarán en este momento a la fórmula de continuación, un alimento de transición entre la lactancia materna y la leche de vaca. La leche de continuación está enriquecida con los minerales y vitaminas que el bebé necesita para su correcto desarrollo como parte de una dieta diversificada. Esto significa que la leche de continuación debe combinarse con otros alimentos para la completa nutrición del bebé (es posible que hayas oído o leído que se recomienda seguir con la de inicio hasta el año de vida: hasta hace un tiempo esta recomendación tenía sentido, pues las fórmulas de continuación tenían una concentración superior de proteínas; sin embargo, en la actualidad, esta desventaja ya no existe en la mayoría de formulaciones). Es importante resaltar que, aunque puede que a partir de este momento el bebé haga cada vez menos tomas al comenzar a comer otros alimentos, los bebés amamantados deben seguir teniendo disponibilidad a demanda del pecho materno.
 

La salida del primer diente

El primer diente suele aparecer a los 6 meses, pero hay una enorme variabilidad en su aparición, siendo perfectamente normal que algunos bebés no tengan dientes hasta los 12 meses. Por lo general, los primeros dientes en salir son casi siempre los incisivos centrales inferiores. ¡Inmortaliza el momento porque tu bebé estará más gracioso que nunca! La mayoría de los peques tendrán todos sus dientes de leche a los 3 años de edad. Masajear las encías inflamadas y ofrecerle un mordedor frío puede ayudar al peque a aliviar el dolor de la dentición.

Para cuidar los dientes de leche de tu bebé, hay que cepillar los dientes desde el primero un mínimo de dos veces al día con muy poca cantidad de dentífrico con flúor (del tamaño de un grano de arroz), especialmente después de la última bebida o comida del día. Existen múltiples dentífricos específicamente formulados para bebés y niños (debe tener al menos 1000 ppm de flúor). 


El cuidado de la piel

A partir de este momento, se le puede empezar a poner crema solar al bebé si es verano o si hay riesgo de quemadura solar por exposición fuerte o prolongada al sol. Teniendo en cuenta que el bebé también necesita exponerse a ratitos a la luz del día diariamente, para una correcta síntesis de la vitamina D.

Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), el fotoprotector pediátrico ideal de ser:
  • De amplio espectro (observar el logotipo UVA en el envase).
  • Con un FPS 50 o superior.
  • Resistente al agua.
  • Se prefieren fotoprotectores físicos, porque tienen menor capacidad de absorción y de actuar como potenciales fotoalérgenos y, por lo tanto, son más seguros.
  • Debe ser fácil de extender y aplicar (no funcionará si no se aplica bien).
  • De olor agradable (para que el peque no se oponga a su uso).
  • Con un filtro mineral, par

Es importante recordar aplicarlo antes de la exposición solar para dar tiempo a la piel a absorberlo, y re-aplicarlo cuando pase un tiempo (cada 1-2 horas o si se ha bañado).

Tened en cuenta igualmente que la mejor protección es la que puedas hacer de manera física: con gorrito, manga larga fina (siempre que no le dé mucho calor), el uso de sombrillas o similares, e incluso que valoréis ponerle gafas de sol. Si las acepta, son recomendables en los momentos en los que a nosotros también nos molesta el sol.

Desarrollo motor

Además de ser capaz de sentarse (muy pronto sin apoyo), a los 6 meses muchos bebés son capaces de pasarse un objeto de una mano a la otra, y de quitarse un pañuelo de la cara si, jugando, se la tapamos. ¡Y se divierte mucho mirándose en un espejo! Es un buen momento para realizar con él juegos corporales, como el “cu-cu-tras”.

También puede darse la vuelta en ambas direcciones y mecerse hacia delante y hacia atrás. Para fomentar su desarrollo en esta etapa, siéntale a ratitos sobre tus rodillas, con su espalda apoyada en tu cuerpo y proporciona a tu bebé juguetes que sean fáciles de agarrar con una mano. También es muy beneficioso que tengas conversaciones con él acerca de los diferentes objetos que coge o que le llaman la atención, enseñándole sus nombres y para qué sirven.

 
El sueño del bebé

Los bebés de 6 meses suelen empezar a echar 2-3 siestas al día, y algunos alargan un poco el rato de sueño por la noche, llegando a dormir hasta 4-6 horas seguidas. Otros seguirán con bastantes despertares, para sentirse seguros, acompañados, para seguir comiendo… es frecuente, por ejemplo, que se despierten más si por el día ven poco a sus progenitores: tratan de asegurarse que por la noche los tendrán cerca. En estos casos, tan solo tendréis que consolarlo y volver a dormirlo. 
Además, piensa que a los 6 meses se producen muchos hitos en su desarrollo: el bebé se mueve más durante el día, ya se sienta y también se producen cambios en su alimentación. Todos estos factores pueden influir en el sueño del bebé, de forma distinta en cada caso. 

Quizás en esta edad la familia o algún conocido os recomienda pasar al bebé a su habitación. Como ya hemos comentado con anterioridad, el bebé debería aún dormir acompañado, al menos hasta los 12 meses. Así lo recomiendan numerosos organismos oficiales, como la Asociación Española de Pediatría (AEP) y la Academia Americana de Pediatría (AAP).